El corazón de China, cuna de los Han, es el centro de una civilización que se remonta a 5.000 años de antigüedad. Esta tierra que reúne obras como la Gran Muralla, el Templo del Cielo o el Estadio Olímpico de Pekín, es también el hogar de algunas de las criaturas más carismáticas de China: el panda gigante, el mono dorado de nariz chata y el Takin dorado.
China ha experimentado un importante desarrollo económico en los últimos cincuenta años, pero generando por ello muchos problemas ambientales. Sin embargo la relación de los chinos con el entorno natural y sus criaturas es en realidad profunda, compleja y extraordinaria. Vamos a explorar esta antigua relación y entender lo que significa para el futuro de China.
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