Las estrellas no son eternas, mueren constantemente en inimaginables y enormes explosiones denominadas supernovas. Ocupando el segundo lugar después del Big Bang, estas explosiones se convierten en la esencia de la creación y destrucción que conocemos.
En lo más profundo del corazón de una estrella gigante se crea plomo, oxígeno y otros elementos complejos.
Cuando el núcleo se vacía, estos materiales vitales son lanzados a través del espacio, dando forma a los planetas, a las plantas y a los océanos que observamos hoy en día.
Las supernovas también nos han creado a nosotros, incluso al hierro de nuestra sangre. Sólo ahora comenzamos a entender cómo funcionan estas maravillas de nuestro cielo, así como lo que nos pueden enseñar sobre los orígenes de nuestro Universo y en última instancia sobre su futuro.
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